
Ya son dos los caminos que resultan accesibles a ciclistas y peatones
Valdemorillo avanza en el acondicionamiento de varias sendas.
Ya se han completado los trabajos de tratamiento del firme, quedando señalizados mediante carteles informativos y el balizamiento de ambos trazados.
El Camino de Lanchalagua, que conecta el casco con la urbanización Ampliación de Cerro Alarcón, así como la Colada de los Vaqueros, que comunica también con distintos núcleos residenciales y la ermita de Valmayor.
Mientras, prosigue la actuación en una tercera senda, la Vereda del Camino de Robledo de Chavela, importante por enlazar con el Polideportivo Municipal de la Dehesa de los Godonales. En todos los casos se conserva el trazado original con una acción totalmente respetuosa con el medio ambiente.
El Camino de Lanchalagua, conecta el casco urbano con la urbanización Ampliación de Cerro Alarcón, y los cinco kilómetros de la Colada de los Vaqueros, también de gran interés por servir de conexión con distintos núcleos residenciales, como La Pizarrera, el Paraíso y Parque Infantas, y enlazando igualmente con la Ermita de Valmayor y el privilegiado enclave en el que se localiza.
Sendas recuperadas gracias la iniciativa que ha contado con la implicación, tanto del propio Consistorio, como de los representantes del Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su Entorno, así como del área de Vías Pecuarias, y que volverá a plasmarse en breve con la terminación de los trabajos que aún se siguen en una tercera senda, la Vereda del Caminos de Robledo de Chavela, de especial utilidad y atractivo por unir directamente el centro urbano valdemorillense con el Polideportivo de la Dehesa de los Godonales.
Ejecutados con el máximo respeto al medio y manteniendo el trazado original en todos los casos, las diferentes intervenciones se vienen centrando en el tratamiento del firme de tierra, nivelándolo de modo que se resten zonas de hondonada o baches, con lo que se hace más transitable su uso tanto por parte de senderistas como de quienes marchan en bicicleta, con lo que se potencia la práctica del cicloturismo.
En concreto, en el caso de las dos sendas ahora más accesibles, el ya citado Camino de Lanchalagua y la Colada de los Vaqueros, ésta última es la que ha centrado más los esfuerzos en las labores de adecuación, resultado más ardua la recuperación de su firme que, incluso en algunos tramos presentabas dificultades a la hora de seguir el propio trazado de esta vía pecuaria.
Localizada en la parte alta del pueblo, en sus inicios comunica también con la zona de Las Aguas, los antiguos lavaderos que también han sido objeto de un reciente proceso de recuperación.
Precisamente cabe destacar que el uso turístico y deportivo de todos estos espacios se ve reforzado con la señalización ahora dispuesta, con carteles informativos, instalados tanto al inicio como al final de los distintos recorridos, que quedan además balizados para hacer más fácil su localización en todo momento.
La señalización incluye imágenes que dan una mejor idea de cada una de las rutas, así como sus distintos niveles de dificultad y el tiempo aproximado para completar el recorrido.
La Alcaldesa, Gema González, como la propia Concejal de Medio Ambiente, y otra de las componentes del equipo del gobierno, Silvia Ruz, comprobaron a primera hora de este miércoles. 29 de junio, “el buen estado” en el que ahora se encuentran los dos primeros caminos en “inaugurarse para un mejor disfrute de todos nuestros vecinos y cuantos se animen a visitar y conocer nuestro valioso patrimonio natural”.