Un espacio para que el alumnado expulsado por su conducta reflexione y continúe el ritmo de aprendizaje
Con su puesta en marcha se buscaba dar respuesta a una necesidad. Así los alumnos tanto de Primaria como de Secundaria que por su conducta son expulsados de las aulas como medida disciplinaria tienen ocasión de seguir el ritmo de aprendizaje de sus compañeros mientras se trabaja también con ellos en habilidades sociales y de comunicación.
Y todo ello en el espacio habilitado a este fin en dependencias de la Escuela Municipal de Educación de Adultos, donde ya desde el pasado curso se dio forma a la iniciativa de la Concejalía de Educación y Cultura para dotar de contenido durante esos días, en los que el estudiante no puede acudir a clase y que habitualmente se prolongan hasta un máximo de tres.
Precisamente presentándose como un recurso más para las familias, que pueden optar al mismo de forma totalmente voluntaria, esta aula abierta cuenta con una dinámica debidamente pautada que permite que el alumno acuda a partir de las 09:30 h. para realizar sus correspondientes tareas, de modo que no permanece inactivo en materia de estudio durante los días de expulsión.
Además, y hasta las 13:30 h., horario en el que se fija el momento de salida, se están fomentado en él actitudes cooperativas, solidarias y de respeto, en suma, los valores necesarios para para convivir con el resto del alumnado y demás miembros de la comunidad educativa.
Y es que este es el reto final que se persigue con este servicio, generar un espacio válido para la reflexión, de modo que tomando conciencia de las consecuencias del comportamiento que le llevó a ser expulsado de las clases, el menor se proponga en firme el mejorar su actitud para no reincidir en el error que motiva este tipo de penalización.
Se logar así un alumnado capaz de aprender a responsabilizarse de sus acciones y el efecto de las misma, pasando a ser capaz, tras su paso por este Aula Abierta, de resolver los posibles conflictos de manera pacífica, siempre desde el diálogo.
En este sentido, y siendo los propios centros docentes los que derivan a los estudiantes a la Concejalía para su atención en el citado servicio, la colaboración entre Ayuntamiento, el Colegio Público Juan Falcó y el Instituto Valmayor se presenta como factor clave en el buen desarrollo de la iniciativa, con la que, en definitiva, y como destaca la responsable del área, Encarnación Robles, “se trata de disminuir el número de alumnos que incurren en conductas contrarias a las normas de convivencia que rigen en las aulas de la localidad”.